TERAPIA DE PAREJA

Las relaciones personales inciden de una manera muy importante y directa en nuestra felicidad. Es por ello, que no podemos obviar la importancia de tratarlos y abordarlos. Los problemas de pareja y el desamor, son uno de los principales motivos por los que las personas demandan la ayuda de un psicólogo.

Una pareja son dos jugadores que establecen unas reglas de juego. No se trata de cambiar a los jugadores, sino cambiar las reglas que hacen que no funcione”.

En el trabajo con parejas, para conseguir que sea beneficioso, se entiende y atiende tanto a las personas que la forman (cada uno de los miembros de la pareja o jugadores) como la dinámica de la relación que se establece entre ellas  (formas de actuar o comunicarse, roles que asume cada miembro… es decir, las reglas de juego que establecen). Este enfoque está basado en las Teorías Sistémicas.

¿De qué habla el psicólogo con la pareja? Si se quiere que la relación cambie, es necesario que se modifique la forma en que cada miembro de la pareja percibe y experimenta al otro consciente o inconscientemente.  Por consiguiente, se debe centrar la atención en el espacio entre los miembros de la pareja y en resolver los problemas que ocurren dentro de ese espacio. Favorecer un verdadero encuentro entre dos personas que inicialmente se encontraron y se amaron y que empiezan a distanciarse porque no son capaces de soportar y menos de superar sus propias limitaciones.

En terapia de pareja es habitual que cada persona llegue a la terapia convencida, de que si la otra cambiara, sus problemas serían menores o se resolverían.  Pero a lo largo de este proceso veremos la importancia de que ambos miembros de la pareja asuman mayor responsabilidad de su propia experiencia y conducta, en lugar de centrarse en cambiar al otro.

En la pareja se produce lo que se conoce como los números mágicos: el uno y el dos. El uno busca en el dos, lo que no es capaz de darse a sí mismo. El uno busca que el dos le libre de su sufrimiento, de su sus angustias, sus problemas o su falta de sentido. Pero cuando elegimos a la persona con estas expectativas, entonces, no nos hacemos responsables de nuestra propia vida. Depositamos la llave de nuestra felicidad en el otro. Y como el dos, no nos quiere como nosotros queremos que lo haga, aparece, de nuevo, ese vacío, que entre otras cosas, puede llevar al desamor.

 

Es en el amor donde nos peleamos con nuestro ego. La pareja actúa como un espejo que nos devuelve una imagen de nosotros mismos proyectada en el otro. El “Yo Idealizado” -de acuerdo con Peris, Horney,- lo hemos construido especialmente negándonos o no dejando surgir en nosotros aspectos rechazados de nuestra personalidad, que sin embargo, sí que aceptamos en el otro, cuando estamos enamorados. Un ejemplo de una proyección de un aspecto de nuestra personalidad en la pareja, es el caso, de un cliente, que no se permitía a sí mismo enfadarse. De una forma no consciente, escogió una pareja cuyo estado natural era estar enfadada. Proyectó en su pareja, lo que rechazaba de él.

La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mí. La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro. El sentido de la pareja, no es la salvación, sino el encuentro entre dos personas completas, que no “necesitan al otro para sobrevivir”.

¿Cuáles son los objetivos de la terapia de pareja?

Durante el transcurso de las sesiones, las parejas hallarán opciones diferentes en la manera de llevar la relación, con la meta principal de viabilizarla y de hacerla más satisfactoria. Dicho esto, podríamos enumerar que algunos objetivos de la terapia de pareja podrían ser, entre otros:

 Mejorar la comunicación, solidificar la relación, optimar la comprensión manejando las diferencias y resolviendo problemas. Entre los problemas más frecuentes se sitúan cómo superar una infidelidad. Siento éste, uno de los más demandados por las parejas al acudir a consulta.

Rebajar la tensión entre los dos miembros de la pareja y aprender, fomentando el progreso individual, ya que el análisis de los conflictos, puede ser una buena ocasión de cambio tanto a nivel personal como de pareja.

Así pues, si tienes dificultades con tu pareja, recuerda entonces que puedes solucionarlos.Que lo urgente no te impida ocuparte de lo importante.