Cuando le preguntaron a Freud cuáles eran los elementos de una vida satisfactoria, citó dos: “Amar y trabajar”. Un siglo más tarde, seguimos pensando lo mismo. Destinamos gran parte de nuestra felicidad a los asuntos del corazón, la mente y nuestras carreras profesionales.

Según el Eneagrama (Ennea significa nueve en griego y gram se traduce como Modelo), un sistema de clasificación de la personalidad, del que hablé en mi anterior artículo, https://psicologagranada.es/2015/02/26/que-tipo-de-personalidad-tienes/,  actualmente se ha avanzado mucho en la observación de los factores que pueden hacer que las personas puedan amar y trabajar bien.

Me centraré en el amor, todo un clásico en la consulta de un psicólogo, siendo uno de los principales motivos que causan insatisfacción personal. Os dejo una descripción de las 9 formas diferentes de amar según la personalidad que tengamos:

VIVIR CON EL TIPO 1: EL PERFECCIONISTA

La pareja del perfeccionista ha de recordar los detalles, ser puntual, recordar nombres, presentarse apropiadamente a otras personas. Hablar con respeto y pedir permiso. Valora ser ahorrativo y prudente, el esfuerzo y la responsabilidad. Aunque no te elogiará si haces eso. Tendrás que admitir tus errores de forma inmediata. Esto evitará que tenga resentimiento por tus acciones. Necesitan llevar la razón y perfeccionan las relaciones: ¿cuáles son nuestras responsabilidades? ¿Cómo nos relacionamos correctamente? Someten el vínculo de la relación amorosa a un proceso ético.  Las relaciones parecen ser blanco o negro, o todo o nada. Una vez comprometidos los uno se entregan por completo, dan lealtad y valoran la familia. Si eres pareja de un/a Uno, el placer significa ansiedad: no te diviertas en exceso, pues sufrirá.

VIVIR CON EL TIPO 2: EL AYUDADOR

Desean convertirse en la persona central de tu vida: Tú dependes de mí. Sus tácticas son: la manipulación, quejas y sentimientos de culpa porque intentarán manejarte para que hagas lo que ellos quieren. Ponen un gran énfasis en las relaciones que les hacen vulnerables al rechazo y la pérdida. Anímalo por tanto a ser auténtico. Muestran dos grandes emociones: ira e histeria. El sexo y el cariño le parecen equivalentes al amor. Los Dos a veces no saben lo que quieren, pero pueden ponerse histéricos si no lo consiguen.  A los altruistas les gustan las relaciones con obstáculos porque evitan tener que enfrentarse a la confusión de tener una relación íntima.

eneagrama-crisis

VIVIR CON EL TIPO 3: EL TRIUNFADOR

Los tres se sienten amados por sus logros, no por quienes realmente son. Para ellos una relación es una “tarea importante” que perfectamente pueden emprender. Necesita que su pareja sea consciente de su imagen y de su estilo ganador. Tienen tendencia a “recrear sentimientos”. Es el amante perfecto con un guión de palabras cautivadores.  La pareja 3 es muy intolerante a las emociones negativas y deseará alejarse de ellas. “No perdamos la energía y seamos felices”.Puede llegar a asumir la responsabilidad de los sentimientos negativos de la otra persona: ¿qué tengo que hacer para que seas feliz? Confunden la idea de la emoción con las emociones reales. Cuando de verdad emergen las emociones en ellos, pueden verse en un aprieto: ¿siento lo correcto? ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Qué debería sentir? Se vuelven ansiosos cuando no se centran en la actividad, y las emociones empiezan a aflorar. Necesitan saber que son amados por lo que son y no por representar al compañero “perfecto”. El corazón de un tres palpita por su trabajo. Para que afloren sus emociones verdaderas, la pareja del tres necesitará alejarlo de su actividad laboral.

VIVIR CON EL TIPO 4: EL ROMÁNTICO

Los cuatro sienten que algo les falta y que los demás lo tienen, lo distante y lo imposible de conseguir. El amante distante o el sueño incumplido. El objetivo de una relación es la profundidad, no la diversión. La relación se intensifica con el sabotaje, el sufrimiento y los actos dramáticos. En sus relaciones más profundas surge su “yo verdadero”, la máxima revelación.  Los estados de ánimo, los modales, el lujo y el buen gusto conforman el marco de sus relaciones. Se relacionan a través de la idealización romántica. Se centran en la “persecución de la felicidad”. El estado de melancolía. Recuerdan con afecto a los amantes pasados y se centran en el amor que está por venir. El presente es débil. Se centran en tus aspectos negativos cuando estás presente y en tus facetas positivas en la distancia. Son muy sensibles hacia tus estados emocionales y tienen una gran capacidad para apoyarte cuando sufres.

VIVIR CON EL TIPO 5: EL OBSERVADOR

Se encuentran atrapados entre el afán de contacto y las ansias de marcharse. Las personas significativas para los tipo 5 pueden recibir el mensaje de: “aún puedo arreglármelas sin ti” o “estoy comprometido con nuestra relación pero no quiero vivir contigo”. Es posible que quedes separado de otros aspectos importantes de la vida del Cinco. Ellos perciben que los sentimientos pueden aflorar más fácilmente si no necesitan ser expresados con palabras. Sin embargo un Cinco emocionalmente apegado puede que haga que te sientas como su “salvavidas emocional”. Su postura emocional más frecuente es la ausencia de compromiso.

VIVIR CON EL TIPO 6: EL LEAL

Los 6 cuestionan las intenciones de sus parejas. Se preguntan qué piensas realmente, sospechan si hay un interés positivo. Desean que les tranquilicen para así superar sus dudas. ¿Siempre estarás conmigo? Si respondes sí, le hará dudar de tu sinceridad y de nuevo te volverá a pedir palabras tranquilizadoras. Una de las estrategias que suelen emplear, es negar su tendencia a fijarse en otras personas pensando que a su pareja le atraen otras personas. Se centra más en las áreas problemáticas de la relación. Prefieren centrarse en otros, ayudándolos a conseguir sus metas. Presienten que les harán daño en cuanto bajen la guardia. Necesiten que les animen y le den confianza.

VIVIR CON EL TIPO 7: EL ENTUSIASTA

La pareja ideal del 7 es alguien que le adore y le haga compañía mientras lo pasa bien. Desean altos niveles de estimulación, aventura y múltiples actividades. Evitan el desacuerdo y desean escapar de la situación: ¿vamos a cenar y luego ir al cine? Son agradables cuando les admiras, pero ridiculizan o desprecian a la pareja o la situación cuando los desafían o se sienten en una posición inferior. Pueden vivir en una relación comprometida durante décadas y aun así no sentirse a gusto con el concepto. Se sentirán fascinados por tus variados aspectos y querrán hacer muchas cosas diferentes con sus parejas.

VIVIR CON EL TIPO 8: EL JEFE

A los 8 les gusta tener compañeros independientes y fuertes y les apasionan las peleas, el sexo y la aventura como formas de entablar contacto. Priman la diversión y juerga sobre todas las cosas. Tienen tendencia al exceso -mucho trabajo y nada de descanso o mucha juerga y poco trabajo. Puede cargar a su pareja la tarea de mantener en equilibrio las demás áreas de la vida. Necesitan ejercer el control y predecir tus intenciones. Cuando experimentan sentimientos de ternura tienden a negar sus emociones aislándose. No permiten que otras personas les hagan daño. Si les hieres emocionalmente, desearán vengarse.

VIVIR CON EL TIPO 9 : EL MEDITADOR

Una vez que se funde contigo, resulta difícil separarle. Les cuesta deshacerse de los recuerdos de antiguas relaciones y permitir que surjan otras nuevas. Alejan la atención de los sentimientos preocupándose por cosas que no son realmente importantes. Fantasean con la posibilidad de fundirse con relaciones ideales. Esto conlleva a que cuando las relaciones van mal, culpan a la otra persona. Las relaciones se profundizan cuando el Nueve consigue fundirse con el otro sin perder su identidad personal.

(Extraídos del libro: El eneagrama en el amor y en el Trabajo, Helen Palmer).